Tras cuatro años de vida comercial y 167.000 unidades vendidas, el Mazda RX-8 recibe unos pequeños retoques para seguir encandilando a su clientela potencial.
Las variaciones no son muchas: cambios en la parrila y el parachoques frontal para aumentar la sensación de anchura; pequeñas barras cromadas bajo las luces de niebla; ópticas traseras de nueva factura; escapes con diámetro aumentado hasta los 90 milímetros. Las llantas de 18 pulgadas recuerdan ahora la forma del motor rotativo.
En el paquete deportivo las llantas son de 19, y se incluye un alerón trasero fijo.
El motor wankel prácticamente no se toca. La versión de 192 C.V. pasa a tener 212 caballos y el cambio automático de 6 velocidades. La variante de 232 C.V. continúa con cambio manual de 6 marchas, pero puede disponer de levas de cambio en el volante.
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Vía: autozeitung.de